jueves, 10 de octubre de 2019

Novena al Señor de Los Milagros


Novena al Señor de Los Milagros
En 9 Pasos




 Preparado por: P. Diego Cabrera Rojas, ssc
Sacerdote de la Sociedad Misionera de San Columbano



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Lecturas para cada día de la Novena


Día 1
Dios, que es rico en misericordia,
por el gran amor con que nos amó,
precisamente cuando estábamos muertos
a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo
-¡ustedes han sido salvados gratuitamente!-
y con Cristo Jesús nos resucitó y nos hizo reinar con él en el cielo. 
Ef 2, 4-6

Día 2
"Así, Dios ha querido demostrar a los tiempos futuros
la inmensa riqueza de su gracia
por el amor que nos tiene en Cristo Jesús.
Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe.
Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios;
y no es el resultado de las obras, para que nadie se gloríe. 
Ef 2, 7-9

Día 3
Nosotros somos creación suya:
fuimos creados en Cristo Jesús,
a fin de realizar aquellas buenas obras,
que Dios preparó de antemano
para que las practicáramos."
Ef 2, 10

Día 4
"Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes,
los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz: él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, 

y aboliendo en su propia carne 
la Ley con sus mandamientos y prescripciones. 
Ef 2, 13-15

Día 5
Así creó con los dos pueblos
un solo Hombre nuevo en su propia persona,
restableciendo la paz,
y los reconcilió con Dios en un solo Cuerpo,
por medio de la cruz,
destruyendo la enemistad en su persona.
Ef 2, 15-16

Día 6
"Y él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes,
que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca.
Porque por medio de Cristo, todos sin distinción
tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu. Por lo tanto, 

ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, 
sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios."
Ef 2, 17-19

Día 7
Yo estoy crucificado con Cristo,
y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí:
la vida que sigo viviendo en la carne,
la vivo en la fe en el Hijo de Dios,
que me amó y se entregó por mí. 
Gál, 2, 19-20


Día 8
"Porque todos ustedes, por la fe, son hijos de Dios en Cristo Jesús,
ya que todos ustedes,
que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo.
Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano,
esclavo ni hombre libre, varón ni mujer,
porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús.
Gál. 3, 26-28

Día 9
Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
haciéndose objeto de maldición por nosotros,
puesto que la Escritura dice: “Maldito sea aquel que cuelga de un madero”
Esto sucedió para que la bendición otorgada por Dios a Abraham
llegara también, por Cristo Jesús, a los paganos
y para que recibiéramos, por medio de la fe,
el Espíritu prometido.
(Gal 7, 13-14)


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Acto de amor a Dios. 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Tú quién eres,
Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberte ofendido.
También me pesa porque puedo merecer las penas del infierno.

Te ofrezco mis sufrimientos como expiación de mis pecados,
propongo confesarme y cumplir la penitencia que me sea impuesta.
Ayudado de tu gracia propongo firmemente
no pecar más y evitar las ocasiones de pecado. ¡Amén!

Oración preparatoria para todos los días

Mi adorado Jesús Crucificado, hijo del Dios vivo,
que has venido del cielo a la tierra, y te has sacrificado,
muriendo en una Cruz para salvarnos. Te reconozco
como mi verdadero Dios, mi Salvador y mi Redentor,
mi única esperanza en la vida y en la muerte,
y mi única salvación posible en el tiempo y en la eternidad.

Soy tan indigno, Señor y Dios mío, de presentarme
ante Tu Majestad por mi gran miseria y muchas culpas,
pero me arrepiento de ellas y confío en Tu gran misericordia.

Acudo a Ti, Dios Todopoderoso y verdadero Señor de los Milagros,
suplicando humildemente te dignes hacer uso de Tu omnipotencia,
obrando milagros de misericordia en mi favor y en el de todos nosotros.

En particular, te pedimos que nos alcancen la gracia especial que,
por esta devota novena, esperamos confiadamente conseguir. Amén.

Oración final para todos los días

Dios mío, grande milagro de Tu misericordia
es el mantenernos vivos, capaces de salvación y penitencia
cuando hoy más que nunca, merecemos Tu justa indignación.
Haz Redentor amabilísimo, que me aproveche
de Tu misericordia y me salve para siempre. Amén.

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1er. Día

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: Una compañía que conforta
La devoción al Señor de los Milagros, ha sido y sigue siendo entre nosotros,
un medio del que se vale el Divino Señor para conceder especiales favores y gracias
a los individuos, a las familias, y a todo el pueblo. Su madre y su mejor amigo
lo acompañaron y fueron testigos del amor redentor en su muerte. Junto con María,
su madre al pie de la Cruz, los que acuden con fe y devoción al Señor de los Milagros,
podemos decir en verdad y espíritu, que los ciegos ven, los sordos oyen,
los enfermos sanan, los muertos resucitan, y quienes se iban a perder, se salvan.


5. Oración a la Santísima Virgen María
Oh Virgen Santísima, Madre de Dios y Madre nuestra! Por la bondad
de tu maternal corazón oye benigna los ruegos de todos los que acudimos a ti.
No nos abandones, dulce Virgen María y aléjanos de nuestra ruina y perdición.


Míranos con ojos de misericordia y compasión. ¿Sin tu intercesión,
de qué valen nuestras súplicas al Señor a quien tanto hemos ofendido?
Madre misericordiosa, compadécete de nosotros, desgraciados pecadores que,
aunque tan ingratos, somos hijos tuyos. Consigue el perdón para los pecadores,
el remedio de nuestras necesidades, la perseverancia en el bien,
una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo. Amen

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.

Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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2do. día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: Cristo Misericordioso
Consideremos la gran necesidad de acudir con fe y confianza a implorar
misericordia y perdón por los pecados para que el Señor a quien tanto ofendemos,
nos perdone y nos libre de los castigos que nuestros pecados merecen.
Por no haber hallado en Sodoma y Gomorra diez justos que rogaran al Señor,
castigó Dios a esas poblaciones pecadoras con una terrible destrucción.
Pudo el Señor castigar a Jerusalén por sus pecados, pero sólo exigió al profeta Jeremías
las oraciones y méritos de algún justo para tener misericordia.
¡Cuánto valen y de cuánto sirven las almas buenas que ruegan al Señor!
Por ellas tiene Dios paciencia con todos nosotros.

5. Oración a Cristo fuente de Misericordia
por algunas personas piadosas que vengan a orar con mérito constante
ante este Señor de los Milagros, puede ser que haya misericordia para todos
y seamos libres de muchas desgracias que nuestros pecados reclaman.


Acude, pues, alma mía a este Divino Señor, llora tus pecados y los pecados de todos,
a fin de que libre de todo mal seamos salvos en el tiempo y en la eternidad. ¡Amén!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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3er. día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: El Cristo Generoso
Consideremos como en Jesucristo Crucificado, verdadero Señor de los Milagros,
tenemos todos los bienes que podemos desear y necesitar,
y el mayor de todos los bienes, que es tener como cosa nuestra a este Divino Señor,
Hijo de Dios vivo, e igual al Padre, en quién están encerrados todos los tesoros
de grandeza, de riqueza y de gloria. El Padre celestial nos lo ha dado
y Él se ha entregado por nosotros y se nos ha dado también haciéndose todo para todos.
Él es para nosotros cuánto hay de bueno y amable.
Es nuestro Padre, nuestro Maestro, nuestro Amigo, nuestro Redentor,
nuestro Bienhechor, nuestro Glorificador, nuestro Dios.

5. Oración a Cristo proveedor de dones
Conoce y comprende alma mía la grandeza de este don y los infinitos bienes
que en él se encierran! Todo lo tenemos en Él: no hay milagro que no nos pueda hacer,
ni bien alguno, que no esté dispuesto a concederlo, si se lo pedimos con fe.


¡Oh Dios de mi alma! Haz que yo sea todo tuyo
para que Tú, sumo bien, que encierras todos los bienes,
seas todo mío en el tiempo y en la eternidad. ¡Amén!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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4to día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: El Crucificado, Dios del Perdón.
Consideremos la dulzura y consuelo que trae Jesucristo Crucificado.
En Él encontró María Magdalena consuelo a su pena y respuesta a su amor.
En Él halló, el arrepentido ladrón, el perdón de sus crímenes, el remedio de sus tristezas
en su agonía y un paraíso de goces eternos. En Él, bebió en abundancia su discípulo amado,
la vida y la consolidación. Él Redentor hace semejantes prodigios de misericordia y de amor
a los que le invocan con fervor.

A los pies de este Dios crucificado y perdonador, vienen los pecadores
a derramar su dolor con lágrimas y encuentran misericordia y compasión.
De las manos benditas del Señor Crucificado reciben los justos
con abundancia, gracias y bendiciones y constante apoyo de su virtud.

5. Oración al Cristo que nos perdona
En el Sacratísimo Corazón del Divino y amante Redentor podemos hallar raudales infinitos
de ternura, compasión, misericordia, luz, gracia y amor. Alma mía,
levántate de la postración en que te encuentras, corre a los pies de tu amado Salvador.


Que entre su espíritu por la abertura de su sagrado Corazón,
bebe de la fuente de su divino amor en esta vida
para que la goces con inefable hartura en la gloria eterna. ¡Amén!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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5to. Día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: El Cristo Moreno nos recibe con sus brazos abiertos
Consideremos cómo Jesucristo Crucificado, con sus manos llagadas, su pecho herido
y su corazón abierto nos declara de la manera más elocuente que no nos abandona,
que nos ama siempre, que se sacrifica y muere nuestra salvación.
Él nos repite las palabras llenas de ternura que decía a la multitud que le rodeaba:
"Vengan a mí todos los que están cansados y afligidos que yo los aliviaré’."
"Tengo sed de su amor y deseo su salvación",
"Quiero recibirlos en mis brazos y estrecharlos sobre mi corazón.
¿Quién desconfiará teniendo un Redentor tan misericordioso?  
Él es nuestro Abogado delante del Padre Celestial.
Nos dice el Apóstol San Juan: "No pequen.
Pero si alguien peca, tenemos un abogado ante el Padre, Jesucristo el Justo."

5. Oración Jesús Hospitalario
El trono de misericordia se nos ofrece en la sagrada Imagen
del Señor de los Milagros. Entonces pues, acude a este divino señor,
seguro de que todo cuanto pidas al Padre Celestial en su nombre se te concederá
y El mismo te lo concederá. Si Dios mío, así lo creo porque Tú lo dijiste.
Abro mi corazón y te descubro humildemente mis necesidades
para que Tú, Salvador del mío las remedies y me salves eternamente. Amén.

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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6to. Día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: Seamos humildes y justos como lo fue Jesús.
Consideremos cómo Jesucristo Señor Nuestro,
nos da enseña las virtudes que debemos practicar para salvarnos.
Él fue profundamente humilde con su Encarnación,
escogiendo nacer en pobreza, obedeciendo a María y a José, cumpliendo fielmente
toda la Ley. Él Divino Señor fue hospitalario con los niños, indulgente con los pobres
y pecadores, clemente con la Magdalena, fue paciente con sus discípulos,
¡benigno y dulce con el mismo Judas! Permanecía tranquilo ante ultrajes,
sufría con paciencia las contrariedades, amaba, tiernamente a la humanidad,
la amó hasta sus últimos instantes, bendecía hasta con su mirada,
perdonaba a sus enemigos y murió por nuestra salvación y la del mundo entero.


Aprende, pues, alma mía a ser bueno como Él, humilde como Él,
pobre y desprendido como Él, obediente y manso como Él,
paciente y misericordioso como Él.
Y si alguna vez fuese necesario sufrir y padecer,
acuérdate que Él, primero derramó su sangre y dio su vida por ti.

5. Oración a Jesús Humilde
Oh Jesús de mi vida! Haz el gran milagro de reproducir en mí,
tus virtudes, para que llegue a ser semejante a Ti en este mundo
y para que también lo sea eternamente en el Cielo. Amen.

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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7mo. día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: Crucificado por la liberación del mundo
Consideremos lo mucho que padeció el Señor en su Pasión,
llegando al Huerto de Getsemaní con sus queridos discípulos,
apartándose un poco de ellos, comenzar su oración,
angustiarse profundamente, sudar sangre por todo su cuerpo
y entrar en mortal agonía cayendo en el suelo oprimido por salvarnos de nuestros pecados.
Míralo recibiendo el beso de Judas al entregarlo al poder de sus enemigos,
llevado preso por las calles de Jerusalén a los tribunales de Anás, Caifás, Herodes y Pilatos.
Míralo despojado de sus vestiduras y atado a la columna de la flagelación,
vertiendo a torrentes su sangre divina por los azotes.
Míralo sentado en el banco del ajusticiado, escupido, abofeteado,
burlado y coronado de espinas. Míralo sentenciado a muerte,
obligado a llevar sobre sus hombros la Cruz donde va a ser inmolado.
Míralo caer bajo su peso enorme y consolando a las mujeres que le siguen llorando.
Míralo en la cima del Calvario extendiendo sus brazos para ser crucificado,
sufriendo en cuerpo y alma la crueldad y abandono,
Míralo muriendo en la Cruz con un amor y una bondad jamás vista entre los hombres.

5. Oración a Jesús Crucificado
Oh Jesús mío Crucificado! Que no sean inútiles para mí los grandes sufrimientos
de Tu Pasión Santísima. Por lo mucho que mi alma te ha costado, Redentor amoroso,
sálvame de todo pecado en esta vida y de la muerte eterna en la otra. ¡Amén!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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8vo. día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación: Muerto para que tengamos vida.
Consideremos cómo mayor milagro de Jesucristo fue su muerte preciosa.
Nadie ni nada podía haberle quitado la vida, Él tenía potestad de dejarla y tomarla,
Él mismo era la vida y el manantial de toda clase de vida, pero se ofreció a la muerte
para que nosotros, ahora y por siempre pudiéramos vivir eternamente.
Murió por la fuerza de los dolores que padeció en la Cruz, sufrió desfallecido
por la abundante sangre que de sus heridas derramaba y, como sus venas se vaciaban de sangre,
comenzó a desnudarse su divino rostro y languideció su sagrado cuerpo, hasta que,
ya sin fuerzas expiró. Las tinieblas se extendieron sobre la tierra, se rompieron
las piedras, se abrieron los sepulcros de algunos muertos y el velo del templo se rasgó en dos.
El Centurión y los soldados, viendo su sagrado cuerpo sangrado y desfigurado exclamaron:
¡Verdaderamente éste era el Hijo de dios!

5. Oración al Señor Liberador
Oh Salvador del mundo! No permitas que sea yo como tierra reseca, más duro
que las piedras y más cruel que los verdugos que te sacrificaron! Haz en mí
el dulce milagro de cubrir mi alma de tristeza santa por mis pecados, conmoviendo
mi corazón con sentimientos de dolor y de amor y haciendo que yo no viva sino para Ti,
que has muerto por mí, a fin de que llegue a gozarte en la gloria eterna. ¡Amen!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.


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9no. día.

1. Señal de la cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2.  Rezar el Acto de amor a Dios y la oración preparatoria para todos los días.

3.  Leer el pasaje Bíblico para cada día (página 3)

4. Meditación:  Resucitado, Victorioso y Justo Juez.
Consideremos como El Señor y Dios nuestro, que murió en la Cruz,
resucitó saliendo gloriosísimo del sepulcro, se apareció a la Virgen Madre,
a sus apóstoles y discípulos, estuvo con ellos por cuarenta días,
luego, subió a los cielos en gloriosa ascensión. De allí vendrá otra vez a juzgar
a vivos y a muertos. Saldrán de sus sepulcros, hombres de todos los tiempos y naciones
a presentarse ante El Divino Señor que con gran gloria y majestad ejercerá su justicia eterna
y universal para la condenación de unos y la salvación de otros.
Jesús, el Justo Juez, juzgará a todos.
A los buenos dirá: "‘Vengan, benditos de mi Padre;
tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo”;
entren en la gloria de su Dios y Señor"…

A los malos les dirá "Apártense de mí, malditos;
vayan al fuego eterno, ¡preparado para el diablo y sus ángeles!"

Esos al suplicio eterno y los justos a la eterna gloria.

5. Oración al Cristo, el Justo Juez Resucitado
Terminarán las cosas de este mundo en el gran día del juicio universal,
allí terminarán todos los asuntos de la vida, tal vez también nuestro destino,
o gozar eternamente de Dios en el cielo,
¡o padecer eternamente con los demonios en el infierno.
Oh Dios mío! Cómo he podido olvidarme de semejante asunto…
Haz con tu gracia amable Salvador mío que siempre te ame y sirva en este mundo,
para que llegue a gozar contigo y con los bienaventurados la eterna gloria del Cielo. ¡Amen!

6. Petición al Señor de Los Milagros:
Señor de Los Milagros, danos, tu gracia y tu misericordia:
danos los favores que pedimos en esta Novena y cuanto tú sabes que necesito.
principalmente: el perdón de nuestros pecadores, el remedio de nuestras necesidades,
la perseverancia en el bien, una santa muerte, y la gloria eterna del Cielo.


Haz para que reine el amor, la justicia y la paz en nuestras vidas,
nuestras familias, en nuestro país y en el mundo entero. ¡Amén!

7. Pida lo que desea obtener del Señor por medio de esta Novena.

8.  5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).

    3 veces la siguiente súplica: Aplaca Señor tu ira, Tu justicia y tu rigor,
                                                  Por tu Santísima Madre, ¡Misericordia Señor!

Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo…

9. Terminar con la oración final para todos los días.



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Oración al Señor de Los Milagros

Señor de los Milagros, en tu presencia, vengo a orar con fe en Ti.
Porque tú todo lo llenas, estás en todas partes, y yo te busco en todas partes.

Me das la vida y estás dentro de mí para conservarme el ser,
estás delante de mí para guiarme, estás detrás de mí para defenderme.
Estás debajo de mí para sostenerme,
estás sobre mí para bendecirme, estás a mi lado para acompañarme,
Estás siempre a mi lado para fortalecerme, inspirarme y para trabajar conmigo.
A tu presencia, Señor de los Milagros, vengo a hacer mi oración.
Ayúdame a que sea sencilla, humilde y sincera. Sencilla como la súplica del niño,
humilde como la petición del pobre, sincera como la oración del publicano.
Que mi oración sea Señor, para mayor gloria y alabanza tuya.

Aquí estoy en tu presencia, Señor de los Milagros; pobre ante el rico,
enfermo ante el médico, débil ante el omnipotente, pecador ante el Santo infinito.
Me postro reverente para adorarte. Todos mis pensamientos, todos mis deseos,
todos mis afectos, toda mi voluntad, todo mi entendimiento son sólo para ti.

Haz, Señor, que yo sepa también vivir conforme al Evangelio de tu Hijo,
Te ruego atiendas mí suplica y me concedas el favor que te pido.

(Hacer la Petición Necesitada)

¡Así sea!

                      5 Padre Nuestro, 5 Ave María y 5 Gloria (por las 5 llagas de Cristo).













           


















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