tú eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal,
has recibido de Dios la fuerza y el poder
para aniquilar por medio de la humildad, el orgullo de los poderes de las tinieblas.
Te imploramos, suscita en nosotros auténtica humildad del corazón,
fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios,
fortaleza en el sufrimiento y las necesidades, ayúdanos a subsistir ante del tribunal de Dios.
Claven en nuestros corazones
San Gabriel Arcángel,
tú eres el ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios,
abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos
del corazón amante de nuestro Señor;
Permanece siempre delante de nuestros ojos, te imploramos,
para que comprendamos correctamente la Palabra de Dios
y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros.
Haznos vigilantes en la espera del Señor para que nos encuentre despiertos cuando llegue.
San Rafael Arcángel,
San Rafael Arcángel,
tú eres el mensajero del amor de Dios.
Te imploramos, hiere nuestro corazón con un amor ardiente por Dios
y no dejes que esta herida se cierre jamás
para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria
y venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.
Ayúdennos hermanos grandes y santos, servidores delante de Dios.
Protéjannos contra nosotros mismos, contra cobardía y tibieza,
contra el egoísmo y la avaricia, contra la envidia y la desconfianza,
contra la suficiencia y la comodidad, contra el deseo de ser apreciados.
Deslíguennos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo.
Desaten la venda que hemos anudado sobre nuestros ojos
Desaten la venda que hemos anudado sobre nuestros ojos
para no ver la miseria que nos rodea,
que podamos mirar nuestro propio yo
sin incomodarnos y con conmiseración.
Claven en nuestros corazones
el aguijón de la santa inquietud de Dios,
para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor.
Busquen dentro nuestro la Sangre que Nuestro Señor derramó por nosotros.
Busquen dentro nuestro la Sangre que Nuestro Señor derramó por nosotros.
Busquen en nosotros las lágrimas de su Reina, vertidas por nuestra causa.
Busquen en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor.
Ayúdennos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo.
Ayúdennos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo.
Ayúdennos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente.
Ayúdennos a que ninguno de nosotros se pierda, para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna.
Ayúdennos a que ninguno de nosotros se pierda, para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna.
¡Amén!
(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Invocaciones finales
San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Invocaciones finales
San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
¡Amén!